La historia de Django, como la de numerosos animales rescatados, se desarrolla con un toque de tristeza. Su anciano humano, que enfrentaba la inevitable transición a un centro de atención al final de su vida, no pudo llevarse a Django y finalmente falleció. La familia, reconociendo la necesidad de Django de un nuevo capítulo, lo confió a nuestro cuidado.

Django es un alma gentil y dulce, que encarna la resiliencia a pesar de las dificultades que ha enfrentado. A los 10 años, desafía las expectativas de su edad con un espíritu juguetón que aflora en su amor por un buen juego de buscar objetos y en su deleite por las caricias en el vientre. Nuestro ferviente deseo para Django es asegurarle un hogar cálido y cariñoso, adornado con una cama cómoda y el cariño que tanto merece.

¿Podrías ser tú quien le brinde a Django el refugio que busca, lleno de calidez y amor? Si siente una conexión con este entrañable compañero senior, considere ser parte del próximo capítulo de Django.